El invierno no ha empezado oficialmente, pero el frío ya se ha instalado en nuestros hogares y tenemos que prepararnos para aislarnos de él. Pero, ¿sabías que muchos inmuebles tienen una serie de puntos por los que se escapa la energía?

La mayoría de viviendas no se acogen al Código Técnico de Edificación (CTE) de 2013, ya que fueron construidas antes de esa fecha. Si el aislamiento térmico fuera suficiente, las familias podrían ahorrar hasta 400 euros anuales en calefacción. Pero, ¿cuáles son exactamente estos puntos?

El 30 % del calor se escapa por el tejado

Es por donde más calor se escapa en las viviendas españolas, ya que es la parte más expuesta a pérdidas por radiación al ambiente exterior y al cielo nocturno, tan prolongado en invierno. Por eso hay que redoblar los esfuerzos en esta zona a la hora de aislar el edificio, pues si los techos están fríos, se produce la “radiación fría”, sensación de frío a pesar de tener la calefacción a tope.

Los muros, en pleno contacto con el frío exterior

Culpables de la fuga del 25% del calor. Normalmente, no están aislados adecuadamente y el frío traspasa de la calle al interior. De ahí que cuando tocamos las paredes en invierno estén heladas.

La renovación del aire deja que corra demasiado

Los sistemas de renovación del aire permiten que los ciudadanos respiren un aire limpio y no tengan problemas respiratorios. Pero, a veces, provocan que se vaya el calor, en concreto, el 20%. El propio CTE admite que, si en invierno la renovación del aire es fija, puede ser excesiva, ya que potenciará la entrada de aire frío. Por eso, ya se están comercializando sistemas de ventilación con recuperación de calor.

Las ventanas, cuidado con la ventilación

Las ventanas, al igual que los muros, soportan las bajas temperaturas del exterior constantemente, pero los vidrios no resisten igual al paso del calor. No obstante, es importante asegurar que estén bien selladas entre el marco y el muro para que no entre aire por su contorno. Si las abrimos para ventilar en invierno, debería hacerse un máximo de 10 minutos, evitando así el enfriamiento innecesario de la vivienda.

La sorpresa del suelo

Solo representa el 7% de pérdidas de calor, pero no hay que olvidar que es la superficie más próxima a nuestro cuerpo, más aún si pensamos en los pequeños de la casa, que lo utilizan a menudo como superficie de juego.

Un buen aislamiento puede ayudarnos a ahorrar en nuestra factura de calefacción, pero también a reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera y a crear hogares más eficientes, sostenibles y confortables.

FUENTE: FOTOCASA

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