Bienvenido un día más al blog de Masagas, tu empresa de venta, instalación y mantenimiento de calderas en Sabadell. En la nueva entrada de hoy hablaremos sobre algunos mitos que circulan acerca de las calderas de condensación.

Para empezar, definiremos correctamente el concepto de caldera de condensación. Se trata de un tipo de caldera cuyo funcionamiento hace que sea uno de los sistemas más eficientes de calefacción y agua caliente sanitaria.

A continuación, un gráfico comparativo entre las calderas comunes y las calderas de condensación:

 

comparativa

 

A pesar que desde 2015 solo se pueden fabricar calderas de este tipo concretamente, todavía hay mucha gente que desconoce todas sus ventajas y se cree algunos rumores infundados sobre estos sistemas de calefacción. En este post, desmentiremos algunos de estos falsos mitos que corren acerca de las calderas de condensación.

 

  1. Instalación compleja

Se dice que la salida de gases de este sistema de calefacción complica su traslado de un lugar a otro cuando la única diferencia respecto a una caldera convencional es la colocación de un desagüe para los condesados, cuya solución recae únicamente en una conexión más de PVC. En cuanto a la salida de gases, solo habrá que preocuparse de colocar el terminal de salida de gases en un lugar donde no moleste.

Además, las calderas de condensación pueden ubicarse en instalaciones de calefacción antiguas siempre que se someta a una limpieza previamente y se tenga en cuenta que el sistema de regulación y, si se precisa, la instalación de un acumulador se adecue al funcionamiento del sistema.

 

  1. Mantenimiento y reparación difíciles

Las calderas de condensación tienen, a efectos prácticos, el mismo funcionamiento que las calderas convencionales. La única diferencia la podemos encontrar en el intercambiador primario. Se podría decir incluso que las calderas de condensación son más fáciles de mantener y reparar que una caldera antigua.

 

  1. Fallos frecuentes

Las calderas de condensación se llevan utilizando desde hace más de diez años en gran parte de Europa. Son fiables hasta tal punto que desde el 26 de septiembre de 2015 sólo se permite la fabricación de calderas de este tipo debido a que es el único tipo de caldera que cumple con los requisitos de bajas emisiones a la atmósfera. Esto provoca que otros tipos de tecnologías queden obsoletas y acaben por desaparecer del mercado paulatinamente.

 

  1. No se ahorra demasiado

Está demostrado que las calderas de condensación son capaces de alcanzar el máximo rendimiento que una caldera de gas puede ofrecer. Esto se traduce en ahorros de entre un 15% hasta un 30% dependiendo de si nuestra caldera de condensación funciona junto con elementos como el suelo radiante, que trabajan a bajas temperaturas.

Esto se debe a que la caldera sólo tiene que enviar agua a los radiadores a una temperatura inferior para mantener una temperatura concreta en estos cuando ya están calientes. De esta manera, se favorece la condensación y mediante la modulación la caldera lo hace de forma automática.

 

  1. No contamina menos

Según las estadísticas, el impacto medioambiental que provoca el uso de la energía en el sector doméstico es el causante de casi un tercio del total de las emisiones de CO2 enviadas a la atmósfera. Las calderas de condensación reducen, tanto la cantidad de emisiones como el consumo de gas propio.

 

Recuerda que Masagas es tu solución global, expertos en climatización y reparacióninstalación, y mantenimiento de calderas y de tus equipos de calefacción y agua caliente sanitaria.

FUENTE: CALORYFRIO
Compartir en: