Comprar un electrodoméstico de bajo consumo es –claro está- el primer paso para ahorrar energía y, como consecuencia, una nada despreciable cantidad de dinero en la factura eléctrica. Pero para que esto verdaderamente ocurra también hay que utilizarlos correctamente y estar atentos a los consejos básicos de ahorro energético. 

Veamos algunas recomendaciones del IDAE en este sentido:

  • No comprar electrodomésticos más grandes o con mayor potencia de lo que necesitamos.
  • Chequear en las instrucciones del fabricante cómo debe mantenerse y limpiarse el aparato para prolongar su vida útil y ahorrar más energía.
  • El aire acondicionado debe colocarse en 26ºC en verano (no más bajo).
  •  Apagar totalmente los equipos con información en ventanas digitales o displays (televisores, equipos de audio, etc.) con cuando no los estamos utilizando.
  •  En los sitios de la casa donde la luz se mantiene encendida por más de una hora al día colocar lámparas de bajo consumo o tubos fluorescentes.
  • No sobrecargar ni cargar demasiado poco los electrodomésticos. Cada uno está preparado para funcionar con determinada carga, y así lo estipula la etiqueta y las instrucciones del fabricante. Por ejemplo, una lavadora con demasiada carga no podrá lavar la ropa de forma eficiente. Por el contrario, si la ponemos en marcha con muy poca carga es probable que acabemos gastando más agua y energía ya que tendremos que volver a ponerla de nuevo más pronto que tarde.
Compartir en: