Existe un número muy elevado de edificios que tienen instalaciones centralizadas de calefacción, que en muchos casos repercuten de manera desigual en el confort térmico de las viviendas, por no tener éstas las mismas características, pagando todos los inquilinos por igual por un servicio que no es idóneo y, sobretodo, no es EFICIENTE ENERGÉTICAMENTE.

Ya en el año 1997 se estableció la obligación de la medición individual de calefacción central para todos los edificios construidos a partir de ese año de forma que cada vecino pague la calefacción que consume.

En el año 2012, se publica la Directiva Europea de Eficiencia Energética 27/2012/UE, que supuso un paso adelante cualitativo en este asunto, pues obligaba a que todos los edificios con sistema de calefacción central a instalar dispositivos de medición individuales, repartidores de costes de calefacción en los radiadores o contadores individuales de calefacción.

Es decir, TODOS LOS EDIFICIOS deberán instalar un sistema de tal forma que se pague por la calefacción en función del consumo real y medido individualmente. Y además estableció una fecha tope para esa obligación: deberán estar instalados antes del 31 de diciembre de 2016.

Con este sistema de individualización del consumo, y según un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares, la medición individual de calefacción implicaría una reducción de 224 € de ahorro por familia española media y la disminución de un total de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año.

Así que llevar a cabo una individualización del consumo en un sistema de calefacción centralizado no solo es posible, sino que además reporta muchos beneficios a los usuarios: mejora de confort y ahorro.

¿Cómo funciona? 

Mediante válvulas termostáticas que, instaladas en cada radiador, van a permitir la regulación y el control de la temperatura ambiente de la estancia.

Pero, ¿cómo sabemos el consumo? 

Empleando repartidores de costes, dispositivos que, colocados en el radiador, miden dos temperaturas: la de la superficie del mismo y la temperatura ambiente de la estancia, calculando el consumo con estos datos y en base a las características y tamaño del radiador. Toda esta información se transmite de forma automática a una centralita, sin necesidad de acceder mensualmente a la vivienda ni molestar a los usuarios.

Son muchas las comunidades que, gestionadas por MH Conforta, se han adelantado a esta fecha y han llevado a cabo las actuaciones necesarias para adecuar sus sistemas de calefacción central a la nueva normativa europea, evitando así las aglomeraciones de último momento que pueden implicar un retraso en su instalación.

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