El calor del verano ya se hace notar, a pesar de que éste técnicamente aún no ha llegado. Muchos hogares empiezan a poner en marcha sus aparatos de aire acondicionado. Pero cuidado, según el uso que hagamos del mismo, nuestra factura se puede disparar.

Para evitar esto, lo mejor es tomar nota de las siguientes nueve medidas, que nos permitirán disfrutar de nuestro aire sin temblar al pensar en el recibo de octubre.

1. Si vas a elegir aparato, apuesta por el sistema Inverter

A pesar de que hoy en día la mayor parte de los aparatos nuevos ya son Inverter, lo cierto es que este sistema puede ahorrar casi hasta el doble que un sistema normal, con unos rendimientos de hasta un 140%, superiores a la potencia nominal. El sistema Inverter puede ofrecer frío de manera gradual y  aprovecha las inercias térmicas.

2. Elige un equipo bien dimensionado para tus necesidades

Hay sencillas tablas que indican la potencia térmica que tiene que tener un aparato en relación a la superficie que hay que enfriar, pero lo más sensato es consultar al técnico o el vendedor, que nos asesorará. Lo que nos podamos ahorrar en potencia térmica del aparato, y por tanto en dinero, lo gastaremos en consumo, y por lo tanto en la factura, así que será mejor ser generosos en este aspecto. También influyen la orientación de la casa, el tipo de aislamiento que tengamos, si hay mucha superficie de cristal, etc.

3. Evita el efecto invernadero en casa

Para evitar que la luz del sol en verano recaliente nuestro hogar, lo mejor es bajar las persianas, extender los toldos o correr las cortinas mientras tengamos el aire puesto, ya que a menos luz, menos temperatura y así también ahorraremos ya que nuestro aire no tendrá que trabajar a tope.

4. Vive entre 24 y 26 grados

Lo adecuado, en consonancia con la temperatura basal del cuerpo y la sensación de calor, es poner el aire entre 24 y 26 grados e ir ligeros de ropa. Estaremos cómodos, evitaremos dolor de cabeza, ¡Y por ende ahorraremos un montón!

5. ¿Te molesta la humedad? Aplica el modo ‘dry’

En climas húmedos pero no muy calurosos, el modo ‘dry’ hace que el climatizador actúe como condensador de agua, reduciendo la sensación de bochorno. La reducción de humedad también permitirá que el aire no se tenga que poner excesivamente bajo, pues el aire seco reduce la sensación térmica de calor.

6. Por supuesto, puertas y ventanas cerradas

Es algo de cajón, pero siempre nos queda medio abierta la puerta del baño, la cocina o la habitación. Esas pequeñas aperturas son un coladero de frigorías que obligan al aire a aumentar su potencia y se acaban notando en la factura.

7. No lo uses para dormir

No se recomienda el aire acondicionado para dormir porque reseca demasiado el ambiente y puede provocar contracturas y entumecimiento muscular. Lo ideal es refrescar la habitación una hora o dos antes o bien programar el climatizador para que cuando estemos dormidos, se apague. Ahorro seguro.

8. Usa ventiladores de apoyo

Si la casa es grande y no logras que el aire llegue a determinadas zonas, puedes ayudarte de un ventilador que mezcle el aire caliente con el frío y así consiga bajar la temperatura sin que sea necesario bajar el termostato.

9. Limpia bien los filtros

Se calcula que un filtro sucio puede provocar una subida en la factura de hasta un 20% por la pérdida de eficacia del climatizador. Los filtros están en la parte superior de las bombas y se pueden sacar fácilmente. Quítales el polvo con un trapo húmedo y un poco agua y vinagre blanco, por si tienen grasa.

FUENTE: ELDIARIO
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