Actualmente, es posible disfrutar de electrodomésticos cada vez más eficientes con menor impacto ambiental en el planeta y consumo energético. De esta forma, hacen más fácil ahorrar energía, reduciendo los pagos mensuales en la factura energética.

No obstante, estos equipos eficientes deben usarse de forma responsable para poder obtener su máximo potencial. Por esa razón es necesario adoptar algunas prácticas que permitan ahorrar energía, especialmente durante los días más fríos del año.

Buenas prácticas para el uso de la calefacción

Algunas de las medidas importantes a adoptar para reducir el consumo energético se encuentran en el uso de la calefacción. Para ello es necesario crear algunos hábitos importantes como:

No seques la ropa en los radiadores: Esta práctica, muy extendida, impide que el aire caliente pueda circular con normalidad. Además, provoca que la caldera trabaje más, con lo que aumenta su consumo de energía. De hacerlo lo más recomendable es colocar un tendedero cerca del radiador, para que pueda secarse sin afectar al aparato.

Aísla la vivienda: Es necesario aislar la vivienda del clima exterior. Aunque es recomendable hacerlo durante la construcción, puedes sustituir los cristales de las ventanas por unos dobles o triples. O con una mínima inversión utilizando cortinas de tela gruesa que también funcionan como una especie de aislante.

Otra práctica recomendable es colocar burletes de goma, caucho y espuma en la parte inferior de las puertas, evitando que el calor puede escaparse por ellas.

Usa termostatos programables: Es necesario utilizar termostatos programables que tienen la capacidad de comenzar a funcionar a la hora que los programas. Con ello puedes configurarlo para que comience a calentar el hogar poco antes llegar. Así no es necesario colocarlo a una gran temperatura para luego disminuirla, pues esta variación es contraproducente.

También puede programarse para disminuir la temperatura durante las horas más cálidas del día y aumentarla en las más frías.

Regula la temperatura: Es importante no abusar de la temperatura de la calefacción. Para ello los expertos recomiendan regular la temperatura de la caldera entre 20 y 21 grados en el día y 16 y 18 grados durante la noche. Cada grado que se aumenta es equivalente a un 7% del gasto.

Vístete adecuadamente: Durante el invierno debes llevar ropa que te proporcione el abrigo que necesitas. Incluso estando en casa debes utilizar prendas que te abriguen lo suficiente, pues no tiene sentido subir mucho la temperatura de la calefacción e ir en camiseta con pantalones cortos por la casa.

Coloca alfombras: Las alfombras mullidas son una excelente opción para las habitaciones, debido a que representan un elemento clave para ayudar a conservar la temperatura del ambiente.

Un hogar eficiente aprovecha al máximo las condiciones estructurales del hogar para evitar el uso exagerado de la calefacción. Además recuerda que un mantenimiento adecuado ayuda a reducir y optimizar el consumo de los equipos por lo que debes contar con un plan de revisión de tu caldera.

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