Ahora que llega el frío lo primero que hacemos es encender la calefacción para crear un ambiente más agradable. Sin embargo, es importante que sepamos ahorrar calefacción ya que esto nos aportará importantes beneficios.

¿Cómo ahorrar de una forma fácil?

En este artículo queremos ayudarte a que sepas cuáles son las medidas sencillas que tienes que adoptar para conseguir un ahorro importante en el consumo de tu calefacción sin dejar de mantener tu casa caliente.

Racionaliza el gasto

Para lograr ahorrar en calefacción lo primero es analizar qué dice nuestra factura energética. En función de tus necesidades y hábitos de consumo podrás adaptarte a las tarifa que más te interese.

Mantener la casa en buen estado de aislamiento

Algo que influirá en gran medida en la capacidad de ahorrar en calefacción es el nivel de aislamiento de la vivienda. Es importante que hagas una revisión de los cierres de puertas y ventanas para evitar pérdidas de energía.

También es bueno vigilar las rendijas de aire debajo de las puertas, sobre todo en las puertas que dan al jardín o a la calle. De esta forma, evitamos corrientes de aire que puedan escaparse por debajo de la puerta.

También es importante tener en cuenta aspectos como cerrar las ventanas durante el día cuando hace sol. De esta forma, el sol calienta las ventanas y esto mantiene la casa también caliente, evitando que entre frío y reduciendo la necesidad de calefacción.

Abrígate adecuadamente

Otra buena medida para ahorrar energía es abrigarte de forma adecuada. Siempre será preferible usar varias capas de abrigo en lugar de una sola capa gruesa. De esta forma podrás adaptarte mejor a los cambios de temperatura.

Otros hábitos para ahorrar energía

Usar adecuadamente los electrodomésticos

Un buen uso de los electrodomésticos contribuirá en gran medida a ahorrar energía y optimizar el consumo. Algunas sencillas medidas en esta línea son utilizar una temperatura más baja para lavar la ropa o no dejar el frigorífico abierto por mucho tiempo, entre otras.

Buenas medidas en la cocina

También en la cocina es posible adoptar algunas medidas que pueden ayudarte a ahorrar energía. Por ejemplo, utilizar los fuegos adecuados en función del tamaño de las cacerolas para no desperdiciar fuegos. Ten en cuenta que ciertos utensilios pueden ayudar a reducir el tiempo de cocción.

Todas estas medidas contribuirán en gran medida a reducir tu consumo de energía y te ayudarán a ahorrar calefacción durante el invierno. Se trata de pequeños hábitos fáciles de incorporar a la rutina diaria. Aplicándolas podrás apreciar el ahorro económico derivado de un uso más eficiente de la energía.

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