Existen varias razones por las que una caldera pierde presión y no siempre somos capaces de identificar la causa de la avería. El incesable trabajo que realizan estos aparatos en el día a día conlleva un desgaste, que a pesar de su correcto mantenimiento, hace posible que surjan problemas, cuando eso ocurre lo más adecuado es contactar con técnicos profesionales.
Puesto que esta circunstancia es mucho más normal de lo que parece, vamos a explicar las posibles causas y ofrecer la solución más acertada para una reparación rápida. Además, hay que prestar atención a si la caldera pierde presión diariamente o, por el contrario, lo hace esporádicamente.
Razones por las que tu caldera puede perder presión
No siempre que hay una pérdida de presión tiene que ver con una fuga. Aunque las dos averías más frecuentes son estas, y están estrechamente relacionadas, también hay otras causas que afectan al correcto funcionamiento. A veces, puede ocurrir que la caldera pierde presión y no hay fugas, por lo que parece casi imposible saber de qué se trata.
La caldera gotea
Si la caldera gotea o hay agua a su alrededor, lo más seguro es que sea la válvula de seguridad o algún desperfecto en el vaso de expansión. Aunque si el agua procede del interior, posiblemente, se trate de otra pieza que está dañada.
Problemas con la llave de vaciado
En algunas de las ocasiones, la llave de vaciado no queda totalmente cerrada y esto da lugar a que el agua se pierda constantemente. En este caso, hay que abrir y cerrarla de forma rápida hasta que se llene la instalación y baje la presión. Esto nos servirá para saber si esta es la causa que lo origina.
Avería en el circuito
En otras ocasiones, la causa de esta pérdida de presión se relaciona con alguna avería interna del circuito de la calefacción. A veces es visible o, totalmente, lo contrario. Afortunadamente, hoy en día, existen dispositivos de ultrasonido y cámaras especiales para localizar estas fugas.
¿Qué hacer si tu caldera pierde presión?
Una vez que tengamos más claro por qué pierde presión la caldera, es momento de tomar cartas en el asunto y buscar la solución más apropiada. Antes de manipular o tocar cualquier pieza sin saber cómo hacerlo, lo más conveniente es dejar esta exploración y reparación en manos de un técnico especialista. Sin embargo, puedes hacer algunas acciones como medidas preventivas y de seguridad:
- Cerrar la llave. Inicialmente, hay que cerrar la llave de la calefacción, que está situada debajo de la caldera, para aislarla del resto del circuito.
- Observar el manómetro. Si se observa que el manómetro indica que ha bajado la presión, esto quiere decir que existe un goteo en alguna de las piezas de la caldera o en la misma válvula de seguridad.
- Detectar posibles fugas. Por el contrario, si la presión no baja, pero al abrir la llave lo hace de golpe, esto significa que hay una fuga interna.
Una vez hechas las verificaciones correspondientes, hay que tomar acción, porque si el problema es de la caldera, habrá que sustituir las piezas dañadas. En cambio, si es una fuga que procede de la misma instalación, se tendrá que reparar o cambiar el radiador. En algunos casos, la mejor opción es instalar una válvula de llenado automático.
En conclusión, estos son algunos de los motivos por los que la caldera pierde presión. Si te llega a ocurrir y necesitas los servicios de profesionales, no dudes en contactar con un profesional.