Cada vez más electrodomésticos incorporan funciones inteligentes, saberlos utilizar de forma eficiente nos permitirá aprovechar todo su potencial y reducirá notablemente nuestra factura energética. Además, de esta forma podremos aportar nuestro grano de arena a ayudar al medio ambiente haciendo un uso más responsable de nuestros aparatos. En el hogar, dos de los ámbitos que recogen el mayor consumo energético son la calefacción y refrigeración. Por esta razón resulta imprescindible controlar uso y optimizarlo lo máximo posible para poder ahorrar en la factura. Con algunos consejos de uso de los termostatos podrás hacerlo.
¿Para qué sirve un termostato?
Un termostato digital funciona como un controlador de la temperatura para los sistemas de calefacción o refrigeración del hogar. Algunos permiten programar la temperatura por uno o varios días, y con los más avanzados incluso controlarla desde el móvil y sin estar en casa. Utilizarlo correctamente permite reducir notablemente el consumo energético del hogar y mejorar el bienestar, para ello te ofrecemos estos consejos de uso de los termostatos.
Tipos de termostatos
Analógicos
Son los tradicionales, en los que se gira la rueda para ajustar la temperatura. No son totalmente precisos y, por esa razón, su uso es cada vez menos frecuente.
Termostatos digitales
Aunque hay modelos analógicos, ya lo común es que sean digitales. Tienen más precisión y muchos permiten realizar la programación de la climatización por días o para la semana.
En el caso de los programables, resultan realmente útiles ya que se adaptan perfectamente a la rutina del hogar. Por ejemplo, programando el encendido a apagado a ciertas horas o limitando las horas de funcionamiento a cuando estamos en casa. Si se usan eficientemente, puedes ahorrar de un 15 a un 20% en la factura de luz.
Termostatos con wifi
Cuentan con la mayoría de las ventajas de los termostatos inalámbricos programables y además pueden controlarse desde el móvil.
Algunos utilizan incluso los sistemas de geolocalización del teléfono móvil para poner a funcionar la calefacción cuando detectan que el usuario se dirige hacia casa.
Consejos de uso de los termostatos
Para optimizar el uso de tu dispositivo queremos darte varios consejos de uso de los termostatos. Con ellos conseguirás hacer un uso más eficiente de los mismos para ahorrar energía sin renunciar al confort.
La temperatura más adecuada durante el día está entre los 19 y los 21° C. En cambio, por la noche es aconsejable mantener la temperatura entre 15 y 17°C. Por cada grado de temperatura más alto se consume aproximadamente un 7% más de energía.
Si no dispones de un termostato programable, recuerda apagar la calefacción al salir de casa. Cuando vas a ausentarte durante poco tiempo esto no es necesario, ya que sería contraproducente, pero sí si vas a estar ausente por unas horas.
Si tu termostato es programable podrás encenderla poco antes de llegar al hogar y encontrarlo en óptimas condiciones de confort.
Mantén una temperatura confortable: en invierno lo recomendable es entre 20 y 22° C, con una superior estarás desperdiciando energía. Recuerda también usar ropa adecuada según la época del año, pues no es necesario ir en manga corta en enero.
Un adecuado aislamiento consigue que en invierno no se pierda el calor o el frío en verano, facilitando así la climatización de las estancias. Aunque no se trate de un consejo de uso de los termostatos al uso, sí que resulta realmente importante para que su funcionamiento sea mejor.
Cuando instales tu termostato, hazlo en la parte de la casa donde se utilice más, y no lo pongas donde le dé el sol o cerca de alguna fuente de calor, pues eso le resta precisión.
Con estos consejos de uso de los termostatos reducirás tu factura energética y disfrutarás de un óptimo confort en el hogar. ¡Si estás buscando instalar un termostato en tu hogar o renovar el que ya tienes no olvides visitar el apartado de termostatos de ambiente de nuestra web!