Cada vez es más frecuente instalar aerotermia en casa, una tecnología innovadora que utiliza el aire exterior para proporcionar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año. Su funcionamiento eficiente y su instalación versátil la convierten en una elección muy recomendable para quienes buscan una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

¿Cómo funciona?

La aerotermia se basa en un principio simple pero revolucionario. Este sistema extrae la energía térmica presente en el aire exterior mediante una bomba de calor. En invierno, absorbe el calor del aire y lo transfiere al interior de la vivienda para calentar el agua destinada a grifos, radiadores o suelo radiante. En verano, invierte el proceso, enfriando el agua y refrescando el ambiente. Este intercambio de calor se logra de manera eficiente, aprovechando hasta un 75% de la energía del aire, lo que reduce significativamente el consumo eléctrico.

¿Cómo se instala?

La instalación de la aerotermia destaca por su simplicidad y adaptabilidad. La bomba de calor, un dispositivo que traslada el calor de una fuente a baja temperatura a otra a temperatura más alta, se coloca en el exterior y se conecta al sistema de calefacción existente. Durante la instalación, se establecen conexiones adecuadas entre ambas unidades mediante tuberías o conductos. Así, la bomba de calor utiliza esta configuración para transferir eficientemente el calor o el frío del exterior al interior del edificio, permitiendo así la calefacción, refrigeración y suministro de agua caliente sanitaria. La simplicidad de este proceso y la versatilidad de la aerotermia la hacen adecuada para diferentes tipos de viviendas.

Ventajas de instalar aerotermia en casa

  1. Eficiencia energética y bajo consumo: la aerotermia supera con creces el rendimiento de las calderas convencionales, logrando un alto nivel de eficiencia. Proporciona un bajo consumo eléctrico y genera cuatro veces más energía térmica que las calderas tradicionales.
  2. Sostenibilidad ambiental: como energía renovable, contribuye de manera significativa a la reducción de emisiones de CO2. Al prescindir de combustibles fósiles, ayuda a reducir el impacto ambiental y se alinea hacia una transición energética sostenible.
  3. Bajo coste de mantenimiento: destaca por su mantenimiento sencillo y económico, requiriendo solo visitas periódicas de un técnico autorizado. Con ello, su instalación se traduce en menores costes de mantenimiento a largo plazo en comparación con otros sistemas.
  4. Autosuficiencia: se integra perfectamente con sistemas de energía solar y paneles fotovoltaicos, permitiendo la generación de electricidad necesaria para su funcionamiento. Esta sinergia contribuye a la autosuficiencia energética y reduce la dependencia de la red eléctrica convencional.
  5. Rápida amortización: aunque la inversión inicial puede ser considerable, se amortiza rápidamente gracias a los ahorros significativos en la factura energética. Su vida útil de unos 20-25 años garantiza una inversión a largo plazo.
  6. Adaptabilidad: se adapta a diferentes condiciones climáticas y ubicaciones geográficas. Su versatilidad la hace idónea para ser implementada en una variedad de entornos, desde viviendas unifamiliares hasta pequeñas y medianas edificaciones.

La aerotermia es una opción muy a tener en cuenta para climatizar los hogares de manera sostenible, destacando por su bajo impacto ambiental, su eficiencia energética y su capacidad para proporcionar calefacción y refrigeración en un solo sistema. Además, la inversión en esta tecnología también es una inversión hacia un futuro energético más sostenible.

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